No había manera de evitarlo: justo el día en que Cassie Forrester había decidido retomar el control de su vida, el fin del mundo tenía que llegar. ¿Qué se podía esperar? Desde la muerte de sus padres, ambos preparacionistas, Cassie no podía salir adelante. Había dejado de pintar, había roto con Adrian, su prometido, y se había enredado con un completo idiota. Sin embargo, no era momento de enmendar sus errores; Cassie y sus amigos tenían suficiente con escapar de Brooklyn y refugiarse en la cabaña de sus padres antes de que el Bornavirus LX los transformara en zombis.
Y por si eso fuera poco, tanto el nuevo novio de Cassie, que por supuesto se había sumado al grupo, como la hermana consentida de uno de sus amigos, tenían la costumbre de complicar las cosas en todo momento, incluso en medio del apocalipsis. Ambos se las arreglarían para atraer a una horda de muertos vivientes hasta su refugio, y por supuesto, le tocaría a Cassie solucionar el desastre, aunque quizás a un precio más alto de lo que ella podía imaginar. Y encima, en la radio no dejaba de oír la voz de Adrian, que emitía mensajes desde una zona libre de zombis. Justo lo que Cassie necesitaba para dejar de sentirse deprimida.
Todo el asunto de luchar por sobrevivir era genial, especialmente cuando uno tenía una armadura de cuero, buenos amigos y cerveza casera, pero había un pequeño detalle del que Cassie también tendría que ocuparse: decirle a Adrian que todavía estaba enamorada de él. Para lograrlo, nuestra heroína necesitaría creer en tres cosas: su propia fortaleza, su puntería y, sobre todo, que incluso en el fin del mundo, el amor verdadero existía.
Este audiolibro está narrado en castellano.