El aclamado dramaturgo y autor de relatos ruso, Anton Chekhov, nos presenta en Iónich una historia repleta de decepciones y desengaños. El protagonista, Iónich, es un médico rural que se traslada a un pueblo cerca de la ciudad de provincias S. Los habitantes del lugar, tratando de ilusionarlo, le aseguran que en la ciudad hay una gran cantidad de diversiones y manifestaciones artísticas.
Iónich entabla relación con la familia Turkin, reconocida como la más culta y talentosa de la ciudad. Se enamora de Ekaterina Ivánovna, una bella joven de 18 años cuya pasión es tocar el piano. Iónich no puede resistirse y se declara a Ekaterina, pero ella lo rechaza, ya que su deseo es irse a Moscú para perseguir sus sueños artísticos.
Cuatro años después, Iónich recibe una carta de Ekaterina invitándolo a visitarla. Lleno de ilusión, Iónich se dirige a la casa de los Turkin, pero pronto se da cuenta de que su enamoramiento pasado le había impedido ver la crudeza de la realidad. La familia Turkin resulta ser vulgar y decadente, y Ekaterina se muestra como una joven sin ningún atractivo para él, carente de talento al tocar el piano.
En Iónich, Chekhov explora la temática del desencanto y cómo nuestras idealizaciones pueden cegarnos ante la verdad. Con su característico estilo introspectivo y detallista, nos muestra la triste realidad a la que Iónich se enfrenta al descubrir que sus sueños de amor y felicidad se han desvanecido en una ilusión.
Este audiolibro, narrado por Víctor Prieto, tiene una duración de 54 minutos y ha recibido una puntuación de 3,3 sobre 5. A través de su prosa magistral, el autor nos sumerge en la psicología de los personajes y nos invita a reflexionar sobre las expectativas y las desilusiones que acompañan nuestras vidas. Un relato corto pero impactante, que nos permite adentrarnos en el mundo de Chekhov y descubrir por qué se le considera uno de los maestros del género.
Iónich es una obra que nos conmueve y nos invita a cuestionar nuestras propias ilusiones. Con su estilo inimitable, Chekhov nos muestra que la realidad puede ser más dura de lo que imaginamos y que el verdadero valor de las personas no siempre está a simple vista.