De acuerdo con la narración, hace más de 10.000 años una antigua raza de pastores, inspirados por su ambición y sed de poder, decidieron colonizar las fascinantes orillas del río Ai en una tierra conocida como Mnar. Allí, fundaron las grandiosas ciudades de Thraa, Ilarnek y Kadatheron, demostrando su asombroso ingenio y habilidades mercantiles.
Sin embargo, ansiosos por expandir sus dominios, un grupo de estas personas emprendió una emigración hacia un solitario y vasto lago en el corazón de Mnar. Este suntuoso lago fue el hogar elegido para la creación de Sarnath, una metrópolis que prometía prosperidad y riqueza sin igual. La atracción principal era un yacimiento de metales preciosos que despertó la codicia y la envidia en los colonos.
No obstante, la ambición desmedida y la falta de respeto de los habitantes de Sarnath hacia lo desconocido trajo consigo consecuencias trágicas. Descubrieron que no estaban solos en esta nueva tierra, pues una antigua raza de seres acuáticos, conocida como los habitantes del lago, había existido allí desde tiempos inmemoriales.
La relación entre los colonos humanos y los seres de Sarnath comenzó con hostilidad y desconfianza. Lamentablemente, los habitantes de Sarnath no lograron vislumbrar la importancia de la convivencia pacífica y el respeto hacia los seres que habitaban en el lago. Llevados por su arrogancia y desprecio por lo diferente, cometieron un atroz acto de violencia contra los seres acuáticos, manifestando un comportamiento egoísta y destructivo.
A partir de aquel cruel día, una maldición cayó sobre Sarnath, y la gloria de la ciudad comenzó a desmoronarse poco a poco. El destino castigó a los habitantes de esta metrópolis con el paso del tiempo, eliminando cualquier rastro de prosperidad y grandeza que un día los había caracterizado. La ciudad se deterioró y sumergió en la decadencia, convirtiéndose en un oscuro y olvidado lugar repleto de penurias.
La maldición que asoló a Sarnath nos enseña una valiosa lección sobre la importancia de la humildad, el respeto y la convivencia pacífica con aquellos que son diferentes a nosotros. Este turbulento relato, narrado magistralmente por Joaquín Rodrigo Madrigal, nos sumerge en un mundo de horror cósmico y nos invita a reflexionar sobre los peligros de la arrogancia y la falta de empatía.
Con un puntaje de 3.9 sobre 5, este audiolibro tiene una duración de 19 minutos y es una elección ideal para aquellos amantes de las narrativas cautivadoras y los mensajes morales trascendentales. Prepárate para sumergirte en la poderosa pluma del maestro H.P. Lovecraft, acompañado por la cautivadora voz de Joaquín Rodrigo Madrigal, mientras te adentras en el oscuro y fascinante universo de La maldición que cayó sobre Sarnath.