Aitana trabaja en una compañía de energía y está a punto de sellar un acuerdo con un cliente, lo cual sería la última vez que tendría contacto con otro ser humano. No solo está recuperándose de la repentina ruptura con Gabriel, sino que además, Martín, su cliente, es completamente opuesto a ella.
Aitana es una chica de ciudad, espontánea, sociable y cerrada al amor, mientras que Martín ama la vida en el campo, es el dueño de una exitosa finca donde cultiva productos ecológicos, es duro y arrollador, y está dispuesto a tener una relación seria y estable.
Además, cabe destacar que Martín es escandalosamente guapo y tiene unos impresionantes ojos azules, lo que hace que Aitana piense que Martín sería perfecto para su amiga Gala.
Gala adora la naturaleza, le atraen las personas excéntricas y está deseando tener una relación con alguien que tenga claras sus metas. Por lo tanto, se presenta junto a Aitana en la finca el día de la firma del contrato. Sin embargo, desde el momento en que llegan, Gala se fija en Javier, el enigmático chef que trabaja en el restaurante de la finca y con quien tiene asuntos pendientes, aunque ella no lo sepa.
Gala queda completamente cautivada por el chef y decide inscribirse en sus cursos de Huerta y Gastronomía en la finca, a los cuales asiste cada sábado junto a Aitana. Para sorpresa de Aitana, descubre algo extraordinario.
Se da cuenta de que no hay mejor manera de superar su ruptura con Gabriel que ponerse un sombrero de paja, meter las manos en la tierra, arrancar malas hierbas, plantar lechugas, recoger limones o echarse siestas a la sombra de una encina centenaria. Y todo esto lo hace junto a Martín, un ser totalmente opuesto a ella, pero por quien siente una atracción tan intensa que pondrá a prueba todas sus creencias.