El concepto de prejuicio ha sido objeto de gran interés en las ciencias humanas y sociales. Se refiere a problemas como la convivencia civil, la diversidad y la discriminación, que son de gran relevancia teórica, práctica y política. Desde la Segunda Guerra Mundial, este interés se ha intensificado debido a los programas discriminatorios de ideologías totalitarias, al racismo en Estados Unidos y al fenómeno migratorio en Europa.
La hipótesis del contacto, propuesta por Allport en 1954, plantea que los encuentros entre miembros de diferentes grupos pueden reducir los prejuicios si se llevan a cabo en condiciones favorables. En los últimos 20 años, algunos modelos teóricos basados en la teoría de la identidad social de Tajfel (1981) han ampliado esta hipótesis. Se han buscado identificar las condiciones que permiten generalizar los efectos positivos del contacto entre miembros de un grupo conocido y miembros de un grupo desconocido.
Es importante destacar factores negativos como la ansiedad, el autoritarismo y las restricciones reglamentarias, ya que merecen mayor atención en investigaciones futuras sobre el contacto intergrupal. Al enfocarse en estos aspectos, se podrían comprender mejor las condiciones que potencian o inhiben los efectos positivos del contacto.
Es necesario considerar que el contacto no se presenta como un fenómeno situacional, sino que debe ser analizado en un contexto social, multinivel y longitudinal.