Feodor Dostoievski, uno de los más importantes novelistas rusos, escudriñó hasta lo más profundo de la mente y el corazón humanos, dejando una profunda influencia en la cultura moderna. Nacido el 11 de noviembre de 1821 en Moscú, su infancia fue triste y sufrió de enfermedades desde pequeño. A los 17 años, su padre lo envió a la Academia Militar de San Petersburgo, pero decidió dedicarse a la literatura tras graduarse como alférez.
En 1849, su carrera literaria fue interrumpida cuando fue arrestado y encarcelado por formar parte de un grupo liberal, siendo condenado a muerte por conspirar contra el zar Nicolás I. Sin embargo, su pena fue conmutada por cinco años de trabajos forzados en Siberia. Tras ser liberado en 1854, tuvo que servir como soldado raso en el ejército como segunda parte de su condena. Durante este tiempo, formó una relación con María Dmítrievna Isáyeva, con quien se casó en 1857. Ese mismo año, fue beneficiado por una amnistía del zar Alejandro II, recuperando su título nobiliario y obteniendo permiso para seguir publicando sus obras.
La gran contribución de Dostoievski a la literatura universal fue dar un nuevo enfoque a la novela, donde el narrador se implica en la historia y se manifiesta con una voz propia, como si fuera otro personaje más. Dostoievski falleció en su casa de San Petersburgo el 9 de febrero de 1881, debido a una hemorragia pulmonar asociada a un enfisema y un ataque epiléptico. Miles de jóvenes siguieron su cortejo fúnebre.