La vida de Irune fluye entre su hogar y la fábrica de papel donde trabaja, en un pueblo industrial cerca de Bilbao. Insegura, algo maniática e hipocondríaca, esta mujer tiene la capacidad de enfrentarse al mundo cuando lo cree necesario, viviendo de acuerdo con valores que la sociedad ha olvidado. Su círculo se reduce a sus compañeros de trabajo, su vecina y un operador de Renfe al que llama en secreto para preguntar sobre horarios de trenes que nunca llega a tomar.
Cuando estalla un conflicto en la fábrica, Irune se ve involucrada sin saber muy bien cómo. A partir de ese momento, su vida da un giro inesperado y se le presenta una oportunidad que, sin saberlo, estaba esperando.
Los últimos románticos es una novela irresistible sobre los sueños que nos impulsan a actuar y el valor de lo verdaderamente importante. En esta historia, Txani Rodríguez, dueña de una elegante, luminosa y directa narrativa, nos habla sobre aquello que nos convierte en comunidad: el cuidado de las personas, la solidaridad y la preservación del entorno natural.