El cuerpo de una niña ha sido encontrado colgado de la Grúa de Piedra en la bahía de Santander. Su cuerpo está expuesto, con la boca cosida y las manos cubiertas de gasas. El inspector Alonso Ceballos, un experimentado policía santanderino, y la subinspectora Silvia Martín, una agente recién llegada de Palencia, se encargan de investigar el caso que los lleva al elitista colegio Peñas Viejas. Pronto relacionan este suceso con la muerte de otra alumna en una playa de Costa Quebrada, aunque oficialmente fue catalogada como un suicidio.
A medida que avanzan en la investigación, el equipo policial descubre la existencia de una mafia, casos de acoso escolar y los oscuros rincones de las redes sociales. El misterio se torna cada vez más complejo y los personajes se ven envueltos en una peligrosa trama. Además, nos cuestionamos: ¿realmente sabemos lo que hacen nuestros hijos cuando miran la pantalla de sus móviles?
Félix G. Modroño nos sumerge en un género noir contemporáneo con su envolvente novela, que está magníficamente ambientada. La protagonista, la subinspectora Martín, se enfrenta a este caso junto a una narradora peculiar que también está involucrada en la investigación. Una combinación sorprendente que atrapará al lector en este emocionante y oscuro relato.