Dame mis pastillas para la tensión, las blancas y redondas, imploró un impaciente paciente. ¿Crees que si me tomo una copita de orujo con estas píldoras sufriré efectos perversos?, cuestionó. Anda bonita, si no tienes un termómetro usado, consígueme uno nuevo y te lo devolveré impecable en un rato, exigió.
¡Créanselo! Estas son solo algunas de las frases habituales que se pueden escuchar en la farmacia de la Boticaria García. Son reales como la vida misma y son pronunciadas por personajes tan peculiares como el Paciente Cotilla, el Paciente con Dentadura Postiza, la Madre Primeriza, la Paciente Beauty, el Niño de los Recados... ¡Todos ellos convencidos de que siempre tienen razón! Y al otro lado del mostrador, los trabajadores de la farmacia, encomendándose al Santo Job para poder atenderlos como se merecen: el Farma-rural, la Farmapija, el Farmahierbas, el Farmatuitero...
En este desternillante libro, su autora, Marian García, conocida como Boticaria García después del éxito de su blog con más de 100.000 visitas mensuales, ha recopilado las anécdotas más disparatadas para ofrecer a los lectores una radiografía de la parroquia que desfila por las farmacias españolas. Una visión de los usos y costumbres de una clientela que no siempre sigue el vademécum al pie de la letra, pero que sin duda alegra los días de aquellos que trabajan cara al público.