¿Sabías que la saga Resident Evil resucitó el arquetipo del zombi? ¿Te sonaba que el Tetris fue inventado por un ingeniero ruso? ¿Has oído hablar de las teorías conspiranoicas sobre los cartuchos perdidos de E.T. o las supuestas víctimas de Polybius, el juego maldito? ¿Sabías que algunas empresas de videojuegos financian la industria armamentística? ¿Y que, al igual que en el cine, existen obras de autor y hasta de culto?
Desde su invención en los años cincuenta del pasado siglo, los videojuegos se han convertido de manera progresiva e imparable en uno de los mayores fenómenos culturales, artísticos y sociales contemporáneos. Por ello, precisamente, la literatura sobre videojuegos se ha multiplicado en los últimos años en España, siguiendo el rumbo del mercado anglosajón. En Eso no estaba en mi libro de Historia de los Videojuegos, Daniel García Raso nos invita a emprender un viaje por todos aquellos aspectos de la cultura del videojuego que no han recibido la atención necesaria o lo han hecho de forma superficial.
Es un recorrido con muchas paradas y trasbordos, desde la prehistoria hasta las primeras consolas, sin olvidar las PlayStation, Xbox o Nintendo de última generación. Se exploran anécdotas que a menudo se quedan en el olvido, las reacciones morales que han provocado desde sus comienzos, la existencia de videojuegos pornográficos, el destacado y obviado papel de la mujer en la industria, las primicias soviéticas y las aplicaciones positivas que se les ha encontrado en la educación o la salud. Este relato es la excusa perfecta para descubrir todo lo que siempre quisiste saber sobre los videojuegos y nunca te contaron, o lo hicieron de prisa. Es ideal para padres temerosos de la afición de sus hijos, adultos avergonzados de jugar a las maquinitas o simplemente jugadores que deseen adentrarse en las raíces de una de sus mayores pasiones.