¿Cómo conocí a ella? No diré que fue un encuentro casual, ya que eso no se corresponde con mi estilo. A decir verdad, pagué por su cereza... su tarta de cereza, aunque no creas que eso es relevante. Después de eso, la conquisté de una manera muy particular. Dejé mi tarjeta de visita y me fui de allí con aires de superioridad. Sí, ya ves, nuestro encuentro fue pura atracción instantánea.
Hailey, por su parte, narraría su versión de cómo conoció a William. Él entró en su pastelería, compró una tarta de cereza y de paso robó un jarrón de flores (yo todavía no entiendo para qué las querría). Además, le dejó su tarjeta de visita. Pero antes de contar qué hizo ella con esa tarjeta, es importante destacar que William apareció en su vida en el peor momento. Su negocio iba cuesta abajo, su ex desagradable no la dejaba en paz y encima era una virgen de veinticinco años, un detalle que sus amigos no cesaban de recordarle. Solucionar el problema de su virginidad con William sería como intentar matar moscas a martillazos, un exceso innecesario pero llamativo. William era tan apuesto que escapaba de lo común, tan apuesto que las mujeres hacían cosas que tampoco eran comunes. Tan apuesto que la llevó a cometer locuras, como creer que la mosca no le importaría ser aplastada por el martillo de William y sus abdominales bien definidos. Y así fue como decidió llamarlo, aunque eso fuera en contra del sentido común y probablemente le traería problemas. Sabía que se había metido en un buen lío cuando él soltó una carcajada y con su voz ronca y sensual dijo por teléfono:
- Todavía me tentas con tu cereza. ¿Haces entregas a domicilio?
Penelope Bloom, autora norteamericana best seller del USA Today, con más de 50 novelas románticas autopublicadas en Amazon, ahora llega a España con sus exitosas novelas Su banana y Su cereza.
Reservado para adultos.