Una aventura épica
Tarde o temprano tenía que suceder. Desde que Viracocha se le apareció a su antepasado, todos sabían que en algún momento llegarían sus hijos, seres blancos, barbados, superiores en todo a ellos mismos. Ese día tendrían que arrodillarse ante ellos y poner sus propias vidas en sus manos, ya que ni el propio Sol podría oponerse a ellos.
Panamá, Castilla del Oro, 1524. En la sacristía de una pequeña iglesia en el Nuevo Mundo, tres hombres se reúnen bajo la luz de las velas. Uno de ellos, un hombre serio, delgado, con una barba poblada ya grisácea, habla a los demás sobre las maravillas que algunos dicen que existen en lugares aún desconocidos en el Mar del Sur. Su objetivo es reunir suficiente dinero para emprender la conquista de esos nuevos territorios en honor al rey de España y a la Santa Madre Iglesia. Él, hijo bastardo de un famoso capitán, después de años en las Indias, arriesgando su vida y capital con cierta fortuna, necesita demostrar a su ya fallecido padre que es digno de llevar su apellido. Este hombre es Francisco Pizarro. El descubrimiento y la conquista de Perú acaban de comenzar.
El Cusco, imperio inca, 1524. Huayna Cápac, Sapa Inca, Único Señor, regresa a la capital de su imperio. Acaba de pacificar a los pueblos que se han negado a reconocer al único dios, el padre Sol, y al gobierno del Inca. Con él regresan sus hijos y juntos se prepararán para la guerra una vez más. No pueden imaginar que el imperio está llegando a su fin. Una guerra fratricida ayudará a aquellos que aparecen en la profecía del dios Viracocha.
Sevilla, abril de 2019. La teniente Rebeca Parma, del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, está a punto de llegar al aeropuerto de Sevilla para comenzar unas merecidas vacaciones. Suena su teléfono móvil. Es su comandante: en Conquista de la Sierra, un pueblo cercano a Trujillo, en la provincia de Cáceres, han robado el collar de oro y esmeraldas que adorna a la Virgen, una joya inca de valor incalculable. Contrariada, comienza una investigación que la llevará a París en busca del ladrón.
José Luis Gil Soto teje con asombrosa maestría estos tres hilos para formar un nuevo tejido con el que contar una historia antigua con rigor histórico e imaginación: el descubrimiento y la conquista de Perú. Una epopeya inolvidable.