Marco Duarte se encuentra en la mira del asesino en serie más despiadado al que haya enfrentado jamás. El rapto de una policía es solo el inicio de una feroz persecución en la que la sed de venganza pone en peligro la vida de inocentes que se cruzan en su camino.
En una partida de ajedrez peculiar, donde nada está al azar, Marco colocará las piezas a su antojo y jugará sin compasión con todo su equipo, llevándolos a perderse en un tablero sin salida. Cada enigma planteado será el avance de su siguiente movimiento, una invitación a la muerte en la que la única opción para evitar un baño de sangre será descifrarlo a tiempo.
Se desata una carrera contrarreloj en la que cada minuto es decisivo y cada palabra escrita marca las coordenadas de un destino incierto. Una sombra se cierne sobre la ciudad. El destino está sellado. Los reyes se preparan para la batalla.
Cuando las estrellas lloran afligidas, acompañando el oscuro repicar de un tiempo urgente, un fantasma dormido, los miedos rugen, las huellas de valientes guerreros y feroces doncellas se pierden, siguiendo el sutil rastro oculto en un laberinto vil que ahoga el látigo de falsos amores y crueldades en disputa. Con las piezas en orden y la mesa dispuesta, la ciudad herida se convierte en el escenario forzado de una fatal obra, y los títeres desesperados por encontrar una salida se ven expuestos ante la insidia definitiva. La Sombra acecha. La partida comienza.