Juan Belmonte vive en el sur de Chile, cerca del mar, llevando una vida simple y casi desconocida, acompañado por algunos amigos incorruptibles y por sus recuerdos de cuando fue guerrillero y también agente, aceptando encargos de antiguos superiores.
Después de encontrar unas monedas de oro que unos nazis evadieron de la prisión de Spandau, Juan Belmonte recibe una llamada: debe localizar a aquellos que quieren rescatar a un preso en la era de Bachelet en Chile. Se trata de un famoso torturador, descendiente de los cosacos, quien tiene mucho conocimiento sobre aquellos que apoyaron la dictadura de Pinochet y lo protegieron durante ese periodo oscuro. A pesar de sus contactos, Juan Belmonte nunca ha puesto en juego tanto su propia vida.
El Fin de la Historia confirma a Luis Sepúlveda como un gran narrador, experto y ágil, capaz no sólo de trazar una historia pegada a la actualidad, sino también de desplegar ante el oyente sus conexiones históricas con la Revolución Rusa y el ejército de los cosacos, quienes juraron un feroz odio hacia el comunismo.