Tres mujeres. Tres épocas. Un solo lugar y muchas historias.
En la enigmática región de Cantabria se encuentra un monte de forma cónica, único en el valle, que guarda en su interior un tesoro: las magnéticas pinturas rupestres de las cuevas de El Castillo, creadas por el ser humano hace 30.000 años, junto a los valles del río Pas en medio de montañas verdes, muy cercano a la famosa cueva de Altamira. Las leyendas que envuelven estas montañas y a sus habitantes cobran vida en El jardín de los espejos.
En la época actual, Inés llega desde Madrid con la misión de documentar una futura película sobre la vida y obra de un artista maldito obsesionado con las pinturas rupestres de la zona. Se aloja en El jardín del alemán, una casona rural cerrada durante los meses de invierno. Durante su investigación, descubre sucesos inexplicables, apariciones fantasmales, antiguos rituales, brujas visionarias, recuerdos perdidos y un cuadro sin firma.
En 1949, Amalia escapa de su marido y de su propia realidad para refugiarse en esa misma casa, su mundo se ha desmoronado y no sabe cómo reconstruirlo. La única forma de encontrar su camino es a través de la pintura de un cuadro en el que aparece una misteriosa mujer, que nadie más ha visto.
Y en 1919, en esa misma casa, la fotógrafa Elisa espera el regreso de su amante, uno de los participantes en la primera exploración de las cuevas de El Castillo, quien ha desaparecido en la Gran Guerra. Mientras tanto, sigue capturando momentos en fotografías, lo único que la mantiene a salvo de la desesperación.
El jardín de los espejos es una historia que entrelaza múltiples tramas como si fueran espejos enfrentados, un cuento de hadas y brujas, una antigua leyenda recuperada del olvido que finalmente sale a la luz para vencer al tiempo y al silencio.