Octavio Rincón vive una vida insípida como funcionario municipal hasta que presencia la repentina muerte de su opresiva y autoritaria esposa, Dorita, durante unas vacaciones en Marrakech. Confundido entre el miedo a ser acusado de asesinato y una exultante sensación de libertad, su primer impulso es saquear el minibar. Lo logra. Es la prueba irrefutable de que Dorita ha muerto.
En el vestíbulo del hotel, Octavio conoce a Soldati, un empresario y guerrillero argentino, un mentiroso empedernido con un largo historial de fracasos, el último de los cuales fue vender helados en el desierto en una furgoneta con la cara de Carlos Gardel. Juntos emprenderán un viaje delirante a través del Atlas, donde se cruzarán con un grupo de matones sedientos de venganza, un gurú literario acosado por devotos admiradores, una nube negra amenazante que se cierne sobre ellos desde el retrovisor y Charly, un hippie entrado en años con una obsesiva cuenta pendiente con Julio Iglesias.
Camino de ida es una novela salvajemente rítmica, impregnada de un humor bufonesco e irreverente, pero también cargada de ternura hacia personajes abandonados por la suerte pero conmovedoramente empeñados en recuperarla.