Recibí una mañana una nota apresurada de Holmes en la que solicitaba mi presencia. Al llegar a su casa, me encontré con el maestro sentado, envuelto en una atmósfera cargada de humo de tabaco. Enfrente de él, se encontraba una anciana señora de aspecto maternal, del tipo rollizo de las dueñas de casas de pensión.
Le presento a la señora Merrilow, de South Brixton, dijo Holmes, señalándola con un gesto de la mano. La señora Merrilow no tiene inconveniente en que se fume, Watson. Se lo digo por si quiere entregarse a esa sucia debilidad suya. La señora Merrilow tiene una historia interesante que contar. Esa historia puede traer novedades en las que sería útil la presencia de usted.
Todo lo que yo pueda hacer..., respondí.
La señora Merrilow comenzó a relatar su historia, una historia llena de intrigas y misterios. Holmes, con su agudo ingenio, se sumergió en el caso, analizando cada detalle y desentrañando la verdad oculta tras los acontecimientos. Juntos, Holmes y Watson se embarcaron en una nueva aventura, enfrentándose a peligros y resolviendo el enigma planteado.
Sir Arthur Conan Doyle, famoso escritor y también físico escocés nacido en 1859, nos regala una vez más su talento para transportarnos a este enigmático mundo del crimen y la ficción. Sus obras, traducidas a numerosos idiomas, han alcanzado fama mundial y han sido adaptadas en diversas películas y series para el disfrute del público.