Las draconianas leyes vampíricas en el desolado pueblo de Bon Temps, aunque predecibles, nunca habían herido el corazón de Sookie de la forma en que lo han hecho ahora. Sus dones de telepatía, una habilidad adquirida desde su infancia, le han permitido descubrir secretos que prefería haber ignorado. Ahora, en la plenitud de su vida adulta, Sookie se encuentra con situaciones que preferiría no presenciar, como el escalofriante acto de Eric Northman bebiendo la sangre de una joven e inocente mujer.
Son múltiples las cosas que Sookie quisiera decirle a Eric en relación a su inquietante comportamiento. Sin embargo, Felipe de Castro, el poderoso rey vampiro de Luisiana, Arkansas y Nevada, ha llegado a la ciudad en un contexto sumamente inoportuno: el cadáver de una mujer ha sido dejado en el patio de Eric, la misma mujer a la que este vampiro acababa de alimentarse.
Sookie, acompañada por Bill, el investigador oficial del Área Cinco, se esforzará al máximo para resolver el asesinato, convencida de que en este caso particular ella no está involucrada. Pero sus conclusiones están lejos de la verdad. Sookie desconoce la existencia de un enemigo sumamente retorcido y decidido a destruir su mundo, un enemigo mucho más peligroso de lo que jamás podría haber imaginado.