CATORCE concursantes. DOS asesinatos. Novela ganadora del Premio Internacional de Narrativa Marta de Mont Marçal 2020.
Valeria, una de las concursantes del reality show La Cárcel, aparece muerta en su celda. En medio del estupor y el caos inicial, Vera, la directora de producción, asume el control y cree que es necesario mantener la noticia en secreto hasta que termine el programa, que dura un mes.
Antonio, el director del programa, y Claudia, la redactora que descubrió el cadáver, piensan que será imposible mantener el secreto y consideran que es éticamente reprochable. Solo Alina, la ayudante de dirección, confía en las habilidades manipuladoras de Vera y en su capacidad para guiar al público según los deseos de los guionistas.
Así, después de varios cambios en el guion y numerosas llamadas telefónicas, logran obtener los resultados esperados. Los únicos que recorren discretamente la escena del crimen son los subinspectores de policía Rodrigo Arrieta y Alejandro Suárez.
A medida que visitan repetidamente las oficinas, entrevistan al personal y necesitan que alguien les guíe por los pasillos, la relación entre el subinspector Arrieta y Alina se fortalece y comienzan a buscar excusas para encontrarse.
Poco a poco, en una investigación que avanza lentamente, la policía descubre pistas como que la víctima fue envenenada, que tres de los concursantes ingresaron al programa por manipulación de sus puntuaciones, que alguien intentó chantajear al director de contenido y al director del programa... pero estos hallazgos aportan poco a la cuestión del asesinato.
De repente, aparece un segundo concursante muerto. No puede ser una casualidad, ya que el informe médico indica que fue envenenado con la misma sustancia que Valeria.
Una flor que alguien deja en el armario del concursante fallecido se convierte en la única pista que permitirá al subinspector Arrieta desenmascarar al asesino.