Hace exactamente un siglo, emerge de los rincones más oscuros de la Gran Guerra un relato que desafía las leyes de la Historia como nunca antes. Stefan Zweig, maestro de las palabras y de las emociones, nos regala una descripción magistral en la que un tren, convertido en una suerte de proyectil cargado de explosivos humanos, se adentra en la infamia. Winston Churchill, con su visión estratégica y temeraria, describe a uno de estos explosivos como el arma más aterradora que la despiadada Alemania ha lanzado nunca contra Rusia. El temido Lenin, encerrado en ese vagón sellado con todas las precauciones de un patógeno mortal, avanza imparable hacia su destino.
Finalmente, tras ocho días agonizantes y llenos de expectación, el tren sellado arriba a su sitio de descanso, la estación de Finlandia de Petrogrado. Y en ese preciso instante, un cataclismo histórico comienza a tomar forma, con las consecuencias más trascendentales para el futuro de la Humanidad. El nombre de la ciudad cambia para siempre, rindiendo homenaje a quien es aclamado como el portador de la revolución y la esperanza. Petrogrado se transforma en Leningrado, en honor a aquel que ha llegado para alterar el curso de la civilización y dejar una huella imborrable en el tiempo.
Una vez más, Zweig nos envuelve en una narración que nos transporta a un pasado remoto y nos permite maravillarnos ante la maquinaria implacable del destino. La narración impecable de Joan Mora en este audiolibro de 23 minutos nos sumerge en la intensidad de la historia y nos hace cuestionar cuánto de lo que ocurre en nuestros días puede rastrearse hasta aquel tren sellado. La fuerza de Zweig y la habilidad de Mora se unen para regalarnos un relato que acelera nuestros corazones y nos deja anhelando más. Con una puntuación de 4.3 sobre 5, este audiolibro es una joya que todo amante de la historia y la literatura no puede dejar de escuchar.