La Salchicha que no quería ser asada: Un astuto niño se queda solo en casa y decide apoderarse de una salchicha del carnicero mientras él está distraído. Sin embargo, al intentar freírla, descubre que la salchicha se ha escondido, pues no desea ser comida por un rufián.
Los piojitos de la princesa: Una princesita solitaria escapa del palacio para jugar con niños de escasos recursos y experimenta la amistad por primera vez. Pronto, cuando regresa al palacio, descubren que ha traído consigo un piojo en su cabello. La princesita se niega a deshacerse de él, pues lo considera un obsequio de sus amigos. El rey ordena que se fabrique un piojo de oro, pero esto no logra satisfacer a la princesa.
La grave enfermedad: Un niño tiene un grave problema que enfurece a sus padres y abuelos: es incapaz de decir por favor o gracias. Esto ocasiona muchos inconvenientes hasta que un día escapa al bosque y un hada aparece en forma de cervatillo para ayudarlo a superar su dificultad.
El pequeño Lischen y la luna: Lischen es un niño que no puede dormir debido a la luz de la luna. Entonces, la luna decide ayudarlo cubriéndose de nubes. Sin embargo, después de tener una pesadilla en la que sueña que la luna desaparece para siempre, la luna trata de consolarlo construyendo un camino de rayos para que pueda llegar hasta ella. Sin embargo, alcanzar la luna resulta ser más peligroso de lo que parece.
El Gran Espanto: Una noche, una niña y un pequeño ratoncito comparten habitación sin saberlo, y accidentalmente se asustan mutuamente sin ninguna razón real.
La Mirilla: Juanito y su madre son muy pobres, y a él le encanta convertirse en vaquero y cuidar de las vacas. Sin embargo, durante la noche, insiste en dormir cerca del techo de la casa, donde hace mucho frío. La razón es que tiene una mirilla mágica en una de las paredes que le permite viajar por las estrellas y sentirse el rey del sol.
Federiquillo el Mentiroso: Federico es un niño hermoso y divertido, pero en todo el pueblo se le conoce como Federiquillo el Mentiroso debido a que constantemente inventa mentiras y niega su culpabilidad incluso cuando lo atrapan. Un día, su madre, cansada de sus mentiras, le dice ojalá que cada vez que mientas se te erice el pelo. Sin embargo, el pobre Federico no sabe que el deseo de su madre se cumplirá y que las consecuencias de sus mentiras serán evidentes para todos.