Esta colección de ocho relatos nos transporta a aventuras que van más allá de nuestra imaginación. ¿Alguna vez te has preguntado qué sucede con los objetos en los museos cuando llega la noche y no hay nadie para observar lo que hacen? ¿Qué ocurre con la armadura del guerrero, el motor del avión, el carricoche? ¿Qué hacen mientras dormimos?
A veces, nuestras pesadillas son tan reales que nos aterran, como le sucede a Carlos, el protagonista de uno de los relatos. Pero esta vez es diferente: Carlos decide enfrentarlas y se llevará una gran sorpresa. También conoceremos a Ismael, un niño que está haciendo sus tareas escolares en un día aparentemente normal. Sin embargo, lo que deberían ser simples sumas se convierten en un fenómeno inesperado.
Por último, iremos a visitar la biblioteca donde se encuentra el libro más triste del mundo, ya que le falta la última página, y acompañaremos a Roberto en la lectura del primer libro que su abuelo decide prestarle.
Este audiolibro incluye los siguientes relatos:
- Una noche en el Museo de Historia
- La molesta pesadilla que estuvo de visita
- El vendedor de ruidos
- El día que dos más dos fueron cinco
- Ha desaparecido una calle
- El Ganchifl ex Multiuso (o la historia de la ciudad que aprendió a sonreír)
- El libro al que le faltaba la última página
- Hablando al revés
Jordi Sierra i Fabra, nacido en Barcelona el 26 de julio de 1947, es conocido por su obra como escritor de literatura infantil y juvenil, así como por su trabajo como periodista musical. Desde temprana edad, tuvo una clara y firme vocación como escritor. Confesó que dio sus primeros pasos en la escritura a los ocho años y a los doce ya había completado su primera novela de quinientas páginas.
A pesar de su clara vocación, no contaba con la aprobación o el entusiasmo de sus padres. Luego de finalizar el bachillerato, lo obligaron a trabajar durante el día en una empresa de construcción y estudiar para ser aparejador durante la noche. A pesar de esto, su determinación y tenacidad son más fuertes que cualquier obstáculo. Mediante sus constantes cartas semanales a la cadena de radio Cadena Ser, se convirtió en uno de los fundadores de la revista El Gran Musical en 1968.
En 1970, pudo dejar sus estudios para convertirse en comentarista musical, lo cual le permitió viajar por todo el mundo con diferentes grupos y artistas mientras cubría sus actuaciones y escribía reportajes.