Luis Fernando de Orleans y Borbón, hijo de la infanta Eulalia y nieto de Isabel II, nació infante de España en 1888 pero falleció en 1945 desposeído de su título y honores por decisión de su primo el rey Alfonso XIII, quien no pudo perdonar los escándalos que lo convirtieron en uno de los protagonistas más excéntricos de la Belle Époque y de los locos años veinte en París.
Así pasó de ser uno de los miembros de la familia real más cercanos al joven monarca a reinar él mismo tanto en los grandes salones aristocráticos franceses como en los divertidos cabarés y en los burdeles de baja estofa. Fue amigo de los personajes más singulares de la realeza de su tiempo y de ilustres artistas y literatos que formaban parte de su peculiar séquito. Su desenfreno se convirtió en un verdadero quebradero de cabeza para la corte española. Pese a ser homosexual indisimulado, no le faltaron, sin embargo, riquísimas pretendientes, aunque solo llegó a casarse con la septuagenaria princesa de Broglie, quien vio cómo su inmensa fortuna se esfumaba en apenas unos años de matrimonio.
Esta es la fascinante vida de uno de los seres más extraordinarios y desconocidos de la dinastía real española, quien falleció en el ostracismo debido a sus excesos vitales y que merece abandonar ya ese lugar tan ingrato que es el olvido.