Una historia que cautiva desde la primera página, en la que nada ni nadie es lo que parece. Un thriller de ritmo vertiginoso, con una voz narrativa muy potente y un uso magistral del misterio y el suspense, con el paisaje gallego como telón de fondo.
No es una novela que comienza con la desaparición de una chica, sino con su reaparición. Después de cuatro años sin noticias de ella, Cruz Castro regresa por su propia voluntad a Calixe, un pueblo en el corazón de Galicia. Está pálida y asegura que ha pasado esos cuatro años bajo tierra, secuestrada por los mouros, una raza de seres míticos que habitan los bosques locales según las leyendas. Además, afirma que esto ha sido lo mejor que le ha pasado, ya que los mouros la secuestraron para ayudarla a dejar de ser una mala semilla.
En el pueblo, creen que se ha inventado esta absurda historia para esconder el hecho de que se fue con algún hombre que luego la abandonó. Sin embargo, Asunta Lourerio, una periodista en declive, la entrevista y comienza a sospechar que detrás de la fantástica historia de Cruz puede ocultarse una secta o un secuestrador muy real. Decidida a conocer la verdad, Asunta comienza a investigar por su cuenta y descubre que quizá Cruz no sea la única chica que ha desaparecido y luego ha reaparecido en extrañas circunstancias en la zona.
Poco después, aparece asesinada otra chica en los bosques. Alguien le ha marcado en la espalda con un cuchillo las palabras Mala semilla. Bajo las raíces de los árboles, alguien cultiva un secreto, el aire de un misterio, la tierra de un crimen.
Josan Mosteiro es el seudónimo de Josan Hatero, quien ha decidido firmar con su segundo apellido este thriller ambientado en Galicia, la tierra de origen de su madre. Josan debutó en 1996 con el libro de relatos Bioografía de la huida. Desde entonces, ha publicado más libros de relatos, el bestiario de amantes La piel afilada, varias novelas juveniles y la novela La intimidad de los viajeros. También es guionista y profesor de escritura creativa.