Había una vez dos hermanos, idénticos en apariencia pero distintos en alma. Annalia, la protagonista de esta historia, ha crecido en la granja de los Sawyer, siendo testigo del amor que se desborda entre los hijos gemelos de los dueños. Aunque su primer beso fue con Cole, es Preston quien ha conquistado su corazón y le hace experimentar un amor puro y arrasador.
Preston, por su parte, ha amado profundamente a Annalia desde siempre, pero su sentido del honor hacia su familia y hacia su gemelo, le impide declararle sus sentimientos. Sin embargo, cuando la tentación se vuelve insoportable, se desencadena una noche de verano en la que sus cuerpos e historias colisionan, provocando una serie de acontecimientos que cambiarán sus vidas para siempre. Después de ese fatídico encuentro, Annalia desaparece, dejando a Preston devastado.
Sin embargo, el destino conspira para que Annalia regrese a la granja, decidida a reclamar lo que su corazón tanto anhela. Pero el tiempo ha pasado y Preston se debate entre perdonarla o protegerse a sí mismo del sufrimiento que le causó su desaparición. El orgullo y la amargura amenazan con impedir que Preston se abra de nuevo al amor, mientras que Annalia se pregunta si es posible reparar algo que está irremediablemente roto. ¿Se puede perdonar lo imperdonable?
En El honor de Preston, Mia Sheridan nos sumerge en una historia de amor y redención, donde la lucha interna de los personajes por abrirse al perdón y a la esperanza se convierte en el motor que impulsa la trama. Con su narración envolvente y emocional, los narradores Amalia Romero, Gema Abad y Hugo Carrasco dan vida a estos personajes y nos sumergen en un mundo lleno de intensidad y pasión.
Con una puntuación de 4.6 sobre 5 y una duración de 11 horas y 17 minutos, El honor de Preston es un audiolibro que no puedes dejar de escuchar. Mia Sheridan nos presenta una historia llena de giros inesperados, que mantendrá a los lectores en vilo hasta el último minuto. Sumérgete en esta apasionante historia y descubre si el amor puede superar incluso los obstáculos más difíciles.