Un hombre de mediana edad es encontrado muerto de forma violenta y desnudo en una playa solitaria de Formentera. Según los testimonios de varios testigos recogidos por la Guardia Civil de las islas, se le vio en los días previos en compañía de jóvenes en locales de ambiente gay en Ibiza. Cuando sus superiores llaman a Bevilacqua para que se haga cargo de la investigación y le informan de la particularidad del fallecido, un ciudadano vasco condenado anteriormente por colaboración con ETA, el subteniente comprende de inmediato que no se trata de un caso común.
Con el fin de resolver el crimen, Bevilacqua, después de investigar el terreno, se ve obligado a trasladarse con su equipo a Guipúzcoa, el lugar de residencia del difunto, una zona que conoce bien debido a su participación en la lucha antiterrorista hace treinta años. En ese lugar, tendrá que superar la desconfianza del entorno de la víctima y, lo que es más importante, lidiar con sus propios traumas del pasado, con las decisiones que tomó y las que dejó de tomar durante una guerra entre compatriotas. Esta situación le hace reflexionar sobre una incómoda pregunta que, como ser humano y como investigador criminal, le concierne en gran medida: ¿hasta qué punto nos moldea aquello contra lo que luchamos?
En El mal de Corcira, Lorenzo Silva nos sumerge en un relato lleno de intriga y reflexiones sobre la condición humana. Con una puntuación de 4.6 sobre 5 y una duración de 15 horas y 44 minutos, este audiolibro narrado por Miguel Coll promete cautivar a los amantes del género.