Casi sin percatarnos, nuestro hijo se ha convertido en un desconocido, alguien con quien no podemos conectar. Hemos pasado del amor a la distancia, de ahí a la tensión y solo falta un paso para llegar a la agresividad. Ya no compartimos las anécdotas de nuestro hijo porque preferimos ocultar que sus travesuras ya no son simpáticas sino preocupantes. Ese pequeño que buscaba nuestros abrazos ahora rechaza nuestra mera presencia. ¿Qué ha sucedido? ¿Dónde hemos fallado? ¿Cómo podemos reencauzar la relación con nuestros hijos adolescentes y evitar que la convivencia se vuelva aún más difícil?
Con más de 15 años de experiencia acompañando a padres en el fortalecimiento del vínculo con sus hijos y en la recuperación del bienestar familiar, Alejandro Rodrigo comparte en este libro todas sus vivencias y ofrece herramientas sumamente útiles para los padres. A partir de las emociones básicas –porque la inteligencia emocional es uno de los conceptos más importantes para la felicidad de nuestra familia–, el autor nos explica algunos conceptos fundamentales para comprender la dinámica de nuestra familia, así como los diferentes estilos educativos, para que cada adulto pueda entender su propia forma de educar y el impacto que esta tiene en su hijo.
Luego, nos proporciona pautas para establecer un sistema normativo adecuado y efectivo para nuestro hogar. Sin embargo, esta obra no es solo una completa guía sobre la conducta de los adolescentes, ya que para el autor la clave para el buen desarrollo de los jóvenes va más allá de las reglas y límites que podamos establecer como padres. El verdadero secreto radica en que seamos un modelo a seguir para nuestros hijos, el espejo en el que desean mirarse. Este libro nos anima a mirar hacia nuestro interior. Lo demás queda en nuestras manos.