Honoré de Balzac, reconocido escritor francés de novelas clásicas, es considerado una de las grandes figuras de la literatura universal. Su vida comenzó el 20 de mayo de 1799 en Tours, donde cursó estudios en el Colegio de Vendôme y posteriormente Derecho en la Sorbona, siguiendo así los deseos de su padre. Sin embargo, pronto abandonó su carrera como pasante de un notario para dedicarse por completo a la escritura.
Durante los años comprendidos entre 1822 y 1829, Balzac vivió en extrema pobreza, escribiendo obras de teatro trágicas y novelas melodramáticas que apenas obtuvieron éxito. Sin embargo, gracias a su incansable dedicación y trabajo duro, logró producir cerca de 95 novelas, numerosos relatos cortos, obras de teatro y artículos de prensa en los siguientes 20 años.
En 1832, comenzó a mantener un contacto constante a través de cartas con Eveline Hanska, una condesa polaca, con quien finalmente contraería matrimonio en marzo de 1850. En el año 1845, fue honrado con la Legión de Honor. Sin embargo, su muerte llegó el 18 de agosto de 1850, siendo enterrado en el cementerio del Père Lachaise y recibiendo un elogio fúnebre por parte de Victor Hugo.
La historia de El elixir de la larga vida nos presenta a Juan Belvídero, único hijo de un adinerado hacendado italiano. Criado en la comodidad de la riqueza familiar, Juan lleva una vida de excesos y derroche. Sin embargo, todo cambia cuando su anciano padre se encuentra al borde de la muerte y revela a su hijo que ha descubierto la fórmula del elixir de la eterna juventud, la cual guarda en un pequeño frasco. El último deseo del padre es que, una vez fallecido, Juan unte todo su cuerpo con el elixir para poder así recuperar su juventud perdida.
Una vez que el padre muere, Juan, horrorizado y maravillado al mismo tiempo, decide mojar uno de sus ojos con el elixir y presencia cómo recobra vida, convirtiéndose en un ojo joven y sano. Sin embargo, Juan opta por ignorar lo que ha visto y, en lugar de usar el elixir para sí mismo, decide enterrar a su padre bajo una pesada tumba y vivir su vida rodeado de excesos y la tranquilidad de saber que posee más de una vida.