Una guerra desgarradora, una ciudad asediada y un niño atrapado en medio del caos. Podría tratarse de la cruenta guerra civil española, podría ser la agrietada ciudad de Madrid, y podría ser cualquier niño enfrentado a las devastadoras consecuencias de la guerra. Los adultos, con sus batallas y estrategias, combaten por la victoria o la derrota en el campo de batalla. Sin embargo, son siempre los inocentes niños quienes, en última instancia, padecen las consecuencias más dolorosas.
Estamos en otoño de 1938, y la guerra ha empujado a la humanidad a su límite. El ejército sublevado ha cercado la ciudad, dificultando la supervivencia de sus habitantes. En medio de la tragedia, solo los niños parecen adaptarse a las circunstancias más desgarradoras. Entre juegos y ruinas, un niño lucha por sobrevivir. Su infancia se desvaneció en julio del 36, pero aún juega a derribar aviones y a encontrar tesoros escondidos. En su imaginación, anhela el día en que la paz llegue y su padre regrese a casa para quedarse. Cree que el fin de la guerra está cerca.
Sin embargo, en abril de 1939, la paz no llega, sino la derrota. Nada es como el niño había imaginado. Los vencidos no encuentran piedad. Las promesas del Nuevo Régimen se revelan como mentiras. El horror y la desesperación se apoderan de aquellos que han perdido la guerra, con persecuciones, delaciones, juicios sumarísimos y fusilamientos en los cementerios.
El niño pronto perderá su inocencia y se verá forzado a madurar prematuramente. Aprenderá a sobrevivir y a cuidar de su madre y sus hermanos pequeños. En su camino, se encontrará con personas malvadas y otras que albergan bondad en sus corazones. Descenderá a las cloacas de la ciudad y de la vida misma. Y, a pesar de su corta edad, experimentará rápidamente el odio, el resentimiento y la sed de venganza.
Este niño no tiene un nombre propio, pues podría ser cualquiera de tantos niños atrapados en cualquier guerra. Su historia desgarradora nos muestra las terribles realidades que enfrentan los más vulnerables en momentos de conflicto, y nos deja reflexionando sobre la devastación que puede causar la violencia en la infancia. Con una narración emotiva y poderosa, este audiolibro nos sumerge en el mundo sombrío y peligroso en el que vivió este niño, trascendiendo el tiempo y las fronteras para resonar en los corazones de quienes lo escuchan. Con una puntuación de 4.8/5 y una duración de 11 horas y 37 minutos, esta obra maestra cautivará y conmoverá al lector hasta la última palabra.