Por el momento me conformo con seguir su estela como buenamente pueda. Así fue como llegué a un libro de su gran amigo Hillaire Belloc. Supe de él por sus apariciones en la autobiografía chestertoniana y me interesó ese carácter que tienen algunos hombres, muy pocos, y que puede resumirse en el manido “es una persona de otra época, impensable en esta nuestra”. Que en cada una de éstas aparezca alguna persona así dice mucho de la condición exclusivista con la que se decora el ser humano, pero no deja de ser, de todos modos, una llamada al optimismo. Siempre habrá gente como ellos.
Busqué en librerías de viejo y di con un ejemplar que aunaba a ambos escritores. Se trata de una novela de Belloc ilustrada por Chesterton. Desconocía esta faceta suya, la de dibujante. Entre los diecinueve y los veintidós años estudió pintura y dibujo en la Slade School of Art y tal y como se puede comprobar, con unos resultados más que notables. Me gustan sus dibujos, aparentemente inconclusos pero de una precisión conceptual apabullante.
La novela de Belloc tiene uno de los inicios más atractivos que haya podido leer nunca. No puedo dejar de transcribirlo:
The world is divided -that is, the male world is divided- anyhow, the adult male world is divided -or at any rate, the adult male world of the more leisure kind is divided… I feel that this is not the way to begin a book.
As you were
The world is divided into two Clubs. One of them is much bigger than the other. The first, enourmeously the larger, is the Hedge Club. The second, highly restricted but strangely powerful, is the Horse Club.
Let me explain -indeed, it is high time.
There is an English proverb, dating from the grand old days when England was England, full of Horse-thieves and Hedge-beggars, and it says: “One man may steal a horse and another mayn’t look over a hedge”. If this product of the national genius be now forgotten, I have pleasure in reviving it: it is the whole business of my story.
“One man may steal a horse and another mayn’t look over a hedge”.
Belloc, Hillaire. The hedge and the horse. With forty illustrations by G. K. Chesterton. London: Cassell, 1936. 299 p.
anónimo
Un hombre puede robar un caballo y otro no puede mirar por encima de un seto.Un hombre puede robar un caballo y a otro no se le permite mirar por encima del seto.A un hombre se le permite robar un caballo y a otro no le está permitido mirar por encima de un seto...
Bremaneur
Yo diría que el significado es otro. Un hombre es capaz de robar un caballo mientras que otro ni siquiera es capaz de mirar por encima de un seto. Habrá que investigar...
Bremaneur
Vaya, pues parece que < HREF="http://www.sacu.org/proverb20.html" REL="nofollow">no<>.
Anonymous
The world is divided -that is, the male world is divided- anyhow, the adult male world is divided -or at any rate, the adult male world of the more leisure kind is divided... I feel that this is not the way to begin a book.El mundo está dividido, es decir, el mundo masculino está dividido, bueno, el mundo masculino adulto está dividido -o por lo menos, el mundo masculino adulto más ocioso está dividido...-. Me parece que esta no es la mejor manera de empezar un libro.Dele.
Anonymous
El mundo está dividido, es decir, el mundo masculino está dividido, bueno, el mundo masculino adulto está dividido -o por lo menos, el mundo masculino adulto más ocioso está dividido... (me parece que esta no es la mejor manera de empezar un libro).
el dotor de la tarde aquella
Yo ya me he quitado de Chesterton. Fuera de Las paradojas de Mr. Pond y las cosas del Padre Brown, el resto de su obra me parece que no ha envejecido muy bien.